En el borde del Barrio Gótico de Barcelona, a tan solo algunos pasos de la Marina y el Puerto Viejo, encontramos un piso de 65 metros cuadrados en un edificio cuya construcción se remonta a 1850.
El piso se encontraba en un estado deplorable, una auténtica ruina formada por habitaciones diminutas que tenía sin embargo un balcón que daba a una calle antigua. Arquitectura G, un joven estudio local, trazó los planos para convertirlo en una elegante vivienda de tres dormitorios de acuerdo con los requisitos de los clientes; luz, aire fresco y espacios de planta abierta para aprovechar al máximo su nuevo estilo de vida mediterráneo.
La cocina y el cuarto de baño se trasladaron desde la parte trasera del piso al centro, liberando así espacios para la vida cotidiana tanto en la parte frontal como en la posterior y creando al mismo tiempo un inusual epicentro modular en la vivienda.
La parte frontal, en la que se encuentra el balcón, se dividió en dos habitaciones. Los arquitectos utilizaron una atrevida “pirámide” especular que sirve de ingenioso “elemento divisor” para las habitaciones. Proporciona un valioso espacio de almacenamiento, algo siempre bienvenido en las viviendas de escala reducida, y también refleja la luz natural en el interior de la vivienda.
En cuanto a los materiales, optamos por paredes blancas y suelos de gres color acero, que confieren a la vivienda una sensación neutra y limpia y ofrecen un lienzo en blanco a los nuevos propietarios. La “zona húmeda” central, con superficies de color amarillo mantequilla y negro mate, aporta calidez y color, dos elementos inseparables de la vida en Barcelona.
Promotor: Casas Lautes
Arquitecto: Arquitectura-G
Constructor: Rodriguez Construcción
Socio Inversor: Afinitat Bona Grup
Venta y Marketing: Carolina Marti
Fotos: Jose Hevia